martes, 30 de septiembre de 2008

CUIDADO !! VENDEDOR DE HUMOS. 1 parte

El día que Barticciotto llegó como nuevo dete de la Universidad de Concepción, prometía que su equipo sería ofensivo y haría un trabajo serio para lograrlo.
Héctor Adomaitis como ayudante y Manuel Astorga de preparados físico, completaban un staff de lujo que venia a rescatar a un cuadro penquista que terminaba medio muerto el Apertura.

Todo esto ocurría un jueves 21 de agosto del año pasado.

Su llegada eso sí, sembraba algunas dudas ya que no contaba con experiencia como entrenador y su rendimiento seria una incógnita.
Otros pensaban que su gran trayectoria como jugador serviría para aportar esa cuota de tranquilidad en los momentos complicados.


De entrada, pidió refuerzos. Trajo a jugadores como Felipe Muñoz, Emanuel Reinoso y Pablo González, que resultarían claves para el funcionamiento del equipo. Ademas retornaba el Coto Ribera, para mantener esa columna vertebral penquista que componían Elduayen, Solís, González, Segura, Aros, Lorenzetti, Viveros y Maciel.

Consecuente con su verso, Barti formaba en los partidos de entrenamiento equipos 3-4-1-2, muy parecido al Colo Colo multicampeon de Borghi. Astorga los masacraba en la parte física, un hecho que a la larga marcaría el nivel de la Udec en el clausura 2007.

El primer partido comenzaba siendo prueba de fuego. Universidad de Chile en Collao. Barti sacaba un punto, con un planteamiento interesante y un fútbol vistoso e intenso.

Luego vendría una racha de buenos resultados, con una defensa sólida, donde destacaba la tranquilidad de Solís y la fuerza de Osvaldo González; en el medio Aros y Segura controlaban los ritmos y por las orillas, Mena y Ordenes eran constantes factores ofensivos; la cuota de talento era de Lorenzetti, que marcaba una diferencia bestial con respecto al semestre pasado: su potencia y su pique corto eran decisivos para definir encuentros; arriba la experiencia de Viveros y la potencia de un goleador paraguayo: Manuel Maciel.

Todo era alegría. Barticciotto demostraba tener manejo del camarín y sus jugadores lo respetaban y jugaban al máximo de sus capacidades. Incluso se firmaba una extensión de contrato hasta junio del 2009.

El equipo era una máquina aceitada, era puro espectáculo y jugaba de memoria a dos o tres toques en el medio, para luego abrir a las bandas o crear una jugada por el centro. Además hay que agregarle el componente físico: demostraban poseer potencia, velocidad y una resistencia superior a los otros equipos.

Así llegaban los playoffs. En la ciudad universitaria se confiaba optimismo y se creía en lograr grandes cosas en la visita a San Carlos de Apoquindo. Al frente un rival poderoso: Universidad Católica. Los ánimos estaban caldeados por declaraciones cruzadas sobre el nivel del enemigo. En la cancha Católica derrotaba a una Udec torpe, con serios errores defensivos pero que mantenía la esperanza de revertir el resultado en casa.

La vuelta fue épica. Universidad de Concepción ganaba uno a cero y se escapaban las chances de lograr las semifinales. Pese a esto, los penquistas jugaban con pasión y dejaban todo en la cancha. Minuto 93 y es Fernando Solís, un histórico, el que clava un zapatazo a Buljubasich, desatando la euforia de los hinchas, que se pellizcaban los brazos para creer que esto era real.


Ya en semis, la Udec enfrentaba a un equipo consolidado como Audax Italiano y con semejantes características de juego: buen fútbol, jugadores desequilibrantes y gusto por el espectáculo.

El resultado de local no pudo ser peor: dos a tres en contra y una visita al Monumental que daba escalofríos, no sólo por el resultado sino por el nivel mostrado por Carlos Villanueva, la figura de Audax.

Dicen que los sueños se logran con constancia y esfuerzo. Todos estos ingredientes tuvo la U de Conce para lograr una nueva hazaña. Se daba vuelta el resultado, otra vez en las últimas, con golazo de Lorenzetti incluido. Felicidad total y adoración a un equipo espectacular y sobretodo a un entrenador que pensaba en la final próxima: contra el equipo de sus amores, Colo Colo.


La final fue otro cuento. Los albos arrasaron tanto de ida como de vuelta, con un equipo que se conformaba con aquel vicecampeonato y que no ponía inconvenientes para que Colo Colo lograra su cuarta estrella consecutiva.

¿Que paso después?

Pésimos fichajes ( Jiménez, Salas, Gimenez, Díaz) además de la marcha de jugadores importantes como Ribera, Segura y Maciel, desencadenaron detalles, que pequeños como eran, marcaron el derrumbe de un proyecto serio y de la ilusión de miles de hinchas, que vieron como el equipo que deslumbraba en el Clausura, era apenas una sombra en el Apertura 2008.
Factor físico: el plus que daba la condición física que poseían los jugadores, en algún momento se perdió y dejo de funcionar aquella intensidad con la disputaban los encuentros.

Factor sorpresa: ya dejaba de ser un equipo desconocido y todos los rivales lo tenían estudiados. Se controlaban sus individualidades y se destruía la creación de fútbol.
Factor Colo-Colo: es innegable decir que Barticciotto posee afectos hacia los albos. Luego de la renuncia de Borghi, los rumores sobre su posible reemplazante llegaban en cantidad hacia su figura y en algún momento se desconcentró o tuvo algún conflicto con la dirigencia.

Factor Barticciotto: El estratega jamás supo reponerse a aquel efímero éxito que tuvo. Tampoco fue capaz de crear una propuesta solida e innovadora. No soportaba la presión que le ponía el medio y los dirigentes. Cada intento era un fiasco y el juego del equipo era tan lento y predecible que el equipo se fue a los últimos puestos y con una crisis que lo tiene a punto de caer a segunda.

Así y con un final anunciado, se terminaba la relaciones Udec- Barticciotto.

Un entrenador que dejo botado al único equipo que lo aceptó como entrenador novato, por los cantos de sirenas de Colo-Colo. Un entrenador mediocre, que suma pésimos resultados con un plantel repleto de figuras y que sueña con ser el próximo Borghi. Un estratega que se desespera con los malos resultados y que ya no tiene a Astorga para sacarlo vicecampeón

Dejaba de ser entrenador el sábado 2 de agosto de este año, un hombre como tantos, que habló de amor eterno a un club humilde y honrado, y que todavía espera a un entrenador honesto, que lo haga recibir lo que merece: ser considerado un grande de Chile.

2 comentarios:

MarioSillard dijo...

es bueno el análisis.

lamentablemente los equipos sorpresas son así a veces.
al año siguiente, el coto ribera, y freddy segura, no eran del gusto de barti. No partieron como estrellas pa otro lado.
Bajo mi perspectiva, ambos estaban identificados con el club y eran un aporte en lo futbolístico y en lo humano para el equipo.

el año pasado ganaron metiendo muchas ganas, poniendo todo cuando había q dejarlo todo...
en algunos partidos este año, algunos creyeron q eso se había logrado tocándola para el lado, como si fueran buenos pa la pelota.

El único bueno era lorenzetti, el resto tenia q correr... y dejaron de ahcerlo.

Comenzara a entrenar en la sintética de la UdeC parece que tampoco ayudó mucho, aunq no creo q sea una variable muy significativa...


espero q nos salvemos de bajar a la B, espero q vuelva la mística al equipo y sea protagonista neuvamente.

saludos

Anónimo dijo...

buenisimo el analisis